En un misero intento por alcanzar su boca, todo su cuerpo se interpone entre mis sueños. La inmediatez de alcanzar un sabor a orilla dulce, a frescor marino hace que me desgarre por momentos tras mi camino. Como pilares, como árboles afilados con sacapuntas, que me van rozando y recordando que el pasado sigue ahí, y que no puedes cambiarlo. Se asemeja todo tanto a una tormenta interminable sobre mi cabeza, que no escampa ni escampará... Y mientras tanto sigo llevándome a suspiros el aire que los demas aprecian más que yo.
sábado, 19 de marzo de 2011
irrealidad
En un misero intento por alcanzar su boca, todo su cuerpo se interpone entre mis sueños. La inmediatez de alcanzar un sabor a orilla dulce, a frescor marino hace que me desgarre por momentos tras mi camino. Como pilares, como árboles afilados con sacapuntas, que me van rozando y recordando que el pasado sigue ahí, y que no puedes cambiarlo. Se asemeja todo tanto a una tormenta interminable sobre mi cabeza, que no escampa ni escampará... Y mientras tanto sigo llevándome a suspiros el aire que los demas aprecian más que yo.
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