Las Piernas y los Brazos no responden a los estímulos de tu cerebro, no das crédito a lo que ven tus ojos. Posiblemente eso sea la señal de algo, o puede que no... tampoco le pones remedio, no los necesitas, son órganos mas, prefieres pensarlo así.
En la oscuridad de tu lugar, vez una luz señalándote doce velas... 12... Recuerdas por que empezaste a estar así, por un par de números, que esconden mas de lo que tu sabes...
Puede que alguna vez, entre besos, caricias y risas, también hubiera sitio para los desengaños, avaricia y lujuria; pero al igual que con tus organos, los dejas pasar, haciendo uno tras otro un montoncito por el cual, antes o después, tendras que pagar!
Siempre yo, pienso... tú eres el perfecto y yo la perfecta idiota... Siempre yo... tal para cual, tal vez, tal para cual, mientras no tenga que continuar con esa carga, y el hombre, es grande ante la inmensidad del mundo y sus problemas, y así lo cree y se crece.
Problemas de su conveniencia o no, déjame acarrear con todo yo solo, y déjame tratarte como te mereces...
Intentas creerle, pero esta historia ya llego demasiado lejos quizás; dibujo nuestra espiral de la derrota!
Sin buscarlo, encuentras la gota que colma él vaso... esa especie de cajita que contenía la única palabra que pensé nos haría invencibles... todo sigue igual en su perfecto orden en el que se lo diste, nada a cambiado... solo hizo falta un Sí, Quiero!
Demasiada paciencia para tan poco cuerpo...
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