Nunca tengas miedo mientras yo esté contigo; así decía su boca mientras, cuando tu te encontrabas en el peor momento de tu vida sopesando cada altercado de conveniencia de parentesco. Te sentías tan solo en la soledad que no tuviste mas opciones y acudiste al único refugio, a tu pivote! Y te creíste esas palabras como un cachorro sin descendencia que no recibe educación. Altercados ya vividos; reforzados y cuanto menos que misericordiosos. Futuro cercano cada vez con mas densidad de conflictos y compromisos. Rehuirlos constantemente para salir a flote, y no sabias si solo por esas palabras o por su hombro volvías a ir al fondo de lo más hondo. Y así continuaste mientras la tormenta aborrecedora no escampa.
La realidad es otra, la luna ejerce extraños influjos que se contradicen y no hay quien descifre, y las retas como una carrera hacia la final, hasta la meta, solo que te hueles el trofeo del ganador, cuanto menos que un trofeo.
Vuelves a hacerlo, quisiste todo y perdiste tanto creyendo que siempre tendrías esos desengaños.
Escuchar misa, intentos por convencerme, tacituda y cabezona, te atribuyes la mayor parte, y te callas todo, hasta de lo que a tus ojos puedes ver de inocente. Reintentos para recuperar ese masoquismo interior que por muy increíble que sea te hacia levantar la cabeza cada mañana con esa sonrisa, y decirle al mundo, y vacilar...
Esperas que en un omnipresente adiós se hallen mil silencios, o que en mil voces haya una con la voz grabe y burlona que tu esperas que te grita, te busque y te diga al odio... ´´¡Abre los ojos! ´´
Creer a lo grabe o a lo burlón, al ultimo verso elegido que siempre se queda contigo.
´´ y moriré viéndote sufriendo si no soy yo en quien lo buscas ´´
Te paras en seco y las imágenes como si de una película en el final de una persona, pasan rápidas ante tus pupilas. ¡ PUNTO!, Gritas a la nada.
Prefieres por un tiempo el desmadre, y borrar de tu personalidad las paranoias y la bipolaridad y recuperarte, a pesar de llegar al limite de la locura, con cien mil historias dándote vueltas...
Y sin dudarlo, vuelves a su mudanza, y sin dudarlo, la euforia te hace pedir ese contacto inconsentido pegandonos cuerpo a cuerpo...mientras todo da igual.
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